¿Por qué se construye más para el segmento alta gama?
03-09-12 00:00
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Cuando en el año 2001 se produce el corralito, la gente huyó de los bancos y estos cerraron las carteras hipotecarias imposibilitando el acceso a los créditos. A raíz de ese contexto, los desarrolladores se concentraron en satisfacer la demanda de los inversores que querían construir edificios para el segmento de mayor poder adquisitivo o ABC1. Así es como se inicia la tendencia de construcción de alta gama, caracterizada no solo por la calidad de sus diseños, sino también de la construcción, la estética y las zonas donde están ubicadas.
Si bien muchos de estos proyectos se concentraron en Buenos Aires, sobre todo en ciertos barrios como Puerto Madero y Palermo, el resto del país no estuvo exento a esta explosión. Incluso, en los últimos tiempos ha sido mayor el volumen de construcción en el interior del país, destacándose Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Salta. ¿Por qué se da este fenómeno? Los inversores locales de cada provincia, por una cuestión de comodidad y de conocimiento de la zona en la que viven o se manejan, ponen dinero en obras que se ejecuten en sus propias localidades y no solamente en proyectos en Buenos Aires. Eso da como resultado un equilibrio en el desarrollo inmobiliario a nivel nacional.
El desarrollo de proyectos de alta gama ha sido posible porque el mercado demanda este tipo de emprendimientos, sin embargo, si observamos algunos sectores de la ciudad, por ejemplo Puerto Madero, notamos que hay poca ocupación contra una cantidad importante de construcción. Eso no significa que se construya más de lo que se vende, sino el inversor que compra decide qué negocios hará con esa propiedad (venta, alquiler).
Una propiedad de estas características difícilmente sea accesible desde el punto de vista económico para la clase media. Pero, atención, esto no quiere decir que sean escasas las obras que se levantan para este sector. Hay muchas obras para personas de medio poder adquisitivo en la medida que se financien en el transcurso de la obra. Es muy difícil que la sobrepasen pero si se compran en el pozo se pueden ir financiando durante el tiempo que dura la construcción.
Una cosa diferente es hablar de la vivienda social que en nuestro país involucra posiblemente al 80% de los que necesitan viviendas y cuya administración debería estar a cargo del Estado. En Argentina se deberían estar construyendo alrededor de 100.000 o 150.000 viviendas denominadas de interés social pero esto, sin embargo, no se hace. Hace muchos años que el Fondo Nacional de la Vivienda no existe por lo que ha dejado de construirse para quienes necesitan la vivienda, no como inversión sino como medio para poder vivir razonablemente.
También es cierto que no todos pueden ser propietarios de vivienda, y por ello existe el sistema de alquiler. Si se sinceraran los índices y se pudiera entrar razonablemente en el mercado de los alquileres seguramente habría una enorme demanda de vivienda.