Advierten que para recuperar la competitividad del 2005, el dólar debería subir 120%
15/02/2013 El retraso en la paridad se profundiza además por el fuerte avance de la inflación. El tipo de cambio real del 2005 es de casi 11 pesos
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Última actualización: 15/02/2013 8:02:16 am
La Argentina perdió en los últimos ocho años la mitad de la competitividad cambiaria que mantenía con relación a sus principales socios comerciales.
Y debería efectuar un movimiento cambiario, si quisiera recuperarla por completo, que muy difícilmente pueda llegar a hacer en estos días: duplicar (o incluso, algo más que esto) el nivel actual del tipo de cambio real, resultado de casi una década de alta inflación.
Semejante presión acumulada sobre el tipo de cambio, sumado al fuerte movimiento que determinó Venezuela el viernes pasado sobre su paridad oficial, llevó a algunos operadores y analistas en los últimos meses a considerar la posibilidad de una inminente devaluación en la Argentina.
Frente a esto, desde Bank of America decidieron emitir estos días un informe en el que consideraron demasiado exagerada esa presunción.
En la consultora AMF Economía, de Andrés Méndez, por ejemplo, toma como referencia la suba acumulada de los precios al consumidor que miden las provincias de Santa Fe y San Luis. Y considera que, dado que en enero pasado el tipo de cambio oficial se ubicó en $4,95 por dólar en promedio, la moneda norteamericana registra ya una pérdida de casi el 55% de su poder de compra a nivel doméstico.
Y que, por lo tanto, para equiparar al actual tipo de cambio real con el que mantenía la Argentina en de 2005 ($10,82 por dólar), el Banco Central debería elevar la paridad nominal en casi un 120 por ciento.
Sencillamente, una medida de esta magnitud sería impensable por muchas razones. También es lógico conjeturar que si las subas de precios no hubieran ejercido ningún impacto distorsivo, el valor del tipo de cambio nominal hubiera quedado pegado en aproximadamente $3 por dólar.
Desde el Bank of America emitieron un informe en estos días en el que comentaron que la reciente devaluación en Venezuela había revivido algunas preguntas acerca de si Argentinasería la próxima en hacerlo, dado que ambos países comparten altas tasas de inflación, exceso de gasto público, monedas sobrevaluadas, restricciones a las importaciones y controles al capital.
Sin embargo, según El Cronista, advirtieron que no esperan una inminente devaluación en Argentina, ni un desdoblamiento oficial del mercado cambiario por dos razones: en primer lugar, porque el desequilibrio de las cuentas fiscales en Argentina no es tan grande como en Venezuela; y en segundo lugar, porque la sobrevaluación del peso argentino no es tan extrema como la que sufría el bolívar.
Por eso consideró exageradas las apuestas que hacen los inversores sobre los futuros de dólar en Nueva York (NDF), que tienen tasas implícitas en los contratos a un mes de vencimiento que en los últimos días llegaron al 28%, muy por encima del ritmo actual de devaluación oficial, del 18%. A esta velocidad, explicaron, el dólar debería quedar en los $6,50 a fin de año.
En la consultora AMF consideraron que es la persistente suba de precios (y su no reconocimiento, básicamente) el fenómeno que está creando fantasmas donde posiblemente no los haya porque la estabilización cambiaria de estos años, en realidad, constituye una virtud del modelo.
Y agregaron que, cuando la actividad económica se estancó entre 2008 y 2009 por la crisis global, la inflación mermó significativamente y la apreciación cambiaria se descomprimió.